Vino ético según Ana
27 febrero, 2018Nueva añada ¿Y tú de quién eres?
27 agosto, 2018Hace tiempo, después que la última crisis económica (y pienso que también de valores) irrumpiera de golpe y sin avisar en nuestra sociedad, en una de esas idas y venidas por la autopista A7, leí una pintada en un puente que decía: ‘Habrá crisis hasta que haya ética: ¿tú que vas a hacer?’
Y al cabo de varias semanas volví a ver la misma pintada en otra de esas idas y venidas por la A3… y empecé a pensar en esas horas de coche sobre que podría hacer yo para que volviera la ética y nos dejará la crisis. Así comenzó a gestarse en mí el concepto de Vino Ético.
¿Qué es un Vino Ético? Para ello primero debemos reflexionar sobre el significado de la palabra ‘ética’ y de su sentido en la sociedad actual: ‘La ética es la rama de la filosfía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir’ (Peter Singer).
Por lo tanto, un Vino Ético, para mí, como todos los vinos, comienza en el campo estableciendo una relación directa con el viticultor (o siendo viticultor y elaborador: vigneron –practicar el oficio de cultivar la viña y el de elaborar vino-) para conseguir las uvas deseadas y así poder pagar un precio justo por la materia prima, siempre en función de la calidad (no de la cantidad) y siempre por encima del precio de coste de producción (que aunque parezca obvio, no siempre ocurre).
‘palabras como tradición, artesanía, agricultura, recuperación, sostenibiliad, ecologia, herencia, cultural… son importantes’.
El Vino Ético prosigue su evolución durante su elaboración y venta, donde los márgenes de beneficios deben estar acorde con su coste y trabajo generado, para que finalmente el vino llegue a la mesa a un precio honesto intentando reducir al máximo los intermediarios (y si deben existir, porque no podemos llegar a todo el mundo, que sean honestos y éticos con el trato a los vinos y con su precio).
‘Del productor al consumidor’
El vino se elabora para beber, no para estar en un escaparate o tan solo figurar en las guías o solo catar una copita durante una feria, el Vino Ético debe tener un precio que pueda pagar cualquier bolsillo, y de esa forma disfrutar del placer de compartir el vino ‘sin pensar que es un lujo para un momento especial’.
Para conseguir este fin, todas y cada una de las personas implicadas o participes del proyecto en cualquiera de sus fases deben sentir, compartir y transmitir el concepto de Vino Ético, deben ser felices con su trabajo, deben estar contentas con su compensación económica, y lo más importante, deben cobrar cuando se haya acordado (esto también parece obvio, pero por desgracia cada día es menos común).
Por supuesto, un Vino Ético debe proceder de un viñedo y de un proceso de elaboración sostenible, donde la mano de obra (el factor humano) cobra vital importancia como elemento diferenciador y generador de calidad. Además en un Vino Ético lo que se dice debe ser suficiente para confirmar la realidad, no se deben contar verdades a medias sobre los vinos, su elaboración y procedencia, un Vino Ético está para disfrutarlo tal y como es, no para que `te vendan un cliché de calidad o una moda’
‘¿Porque una empresa externa certificadora tiene que decir que un vino es ecologico o de una zona en concreto? No es suficiente con que lo diga un elaborador etico’.
Esta es nuestra forma de entender la vida, y esta es nuestra forma de hacer vinos, deseamos que cada día aparezcan más personas y más vinos que vuelvan a darle valor a la palabra ‘ética’.
Así que os presentamos nuestros Vinos Éticos: …gratias rose, …gratias máximas,… y todos nuestros demás vinos, con los que esperamos disfrutéis en buena compañía, con alegría y con moderación.
Iván Gómez
Ingeniero Agrónomo, enólogo y viticultor: vigneron
Bodega Gratias: Vino Ético